…Conozco dos canciones que hablan de las mujeres que han pasado por la vida del autor. Una de the beatiful south y otra de the waterboys (a bang on the ear). Esta última siempre me ha gustado bastante… alguna vez me he planteado escribir sobre el mismo tema, hacer balance y ver qué sale…sin embargo no lo voy a hacer, mi pudor por un lado y mi falta de material sobre todo, me lo impide.
Pero me ha hecho recordar mis primeras aproximaciones sex- sen-suales. Primitivas, para algunos, quizá absurdas, pero para mi vitales e intensísimas.
Por ejemplo, la primera vez que ví una mujer desnuda no perteneciente al clan familiar (en dos dimensiones). Todo el mundo tiene un amigo “malo”, que jugaba a las máquinas y que te arrastraba a robar en el kiosco más cercano a pesar de que lo pasases fatal....Este angelito se había agenciado aquélla revista en la que había un desplegable… Me gustaría ver nuestras caras recorriendo cada palmo de aquella joya, desconocida hasta entonces, que consiguió despertar de su letargo original ese ejercito de hormonas preparadas ya para la guerra.
También recordé el juego de la cerillita, era un juego sencillo: elegir beso, verdad o consecuencia… el resultado: elegir siempre beso! Recuerdo vagamente las imágenes pero perfectamente las sensaciones de los labios húmedos juntándose, con sabor a regaliz …
Años más tarde, muy joven aún, no sé cuánto… resultado de otro juego inocente y veraniego, acabé aplastado por los generosos pechos de una amiga de mi hermana que me besaba, tumbada encima, ambos sobre una mesa. Me podría haber quedado así, petrificado, sin saber qué hacer con las manos y oliendo su aroma, una eternidad. Ella murió años más tarde en accidente de tráfico.
Esos recuerdos están grabados a fuego en mi memoria y sólo pensar en ellos hace que vuelva a sentir ese hormigueo en el estómago, ese temblor en las piernas, esa noche en vela, y me recuerda que estoy vivo…
"el pasado es como un cristal lleno de polvo...lo podemos recordar pero no tocar..."
